Me suelen consultar ¿por qué no puedo bajar de peso si hago ejercicio y mi alimentación es saludable? Antes que nada hay que ver a qué estas considerando saludable, y luego comenzar a considerar el factor más importante para bajar de peso: LA MENTALIDAD.
Casi nunca nos ponemos a reflexionar en cómo afectan nuestros pensamientos y emociones en las decisiones que tomamos. Pero cuando se trata de bajar de peso es fundamental que los conozcas. No hay nada más desalentador que auto-sabotearte cuando estás intentando bajar de peso.
Voy a profundizar en 3 errores que no te permiten adelgazar y que no tienen que ver con lo que comes, ese es otro tema para otro post.
Considero que son los más importantes y te animo a que reflexiones acerca de ellos. Saber que te está saboteando es el punto de inicio para crear una estrategia para bajar de peso de forma más inteligente.
ERROR #1: HACER UNA DIETA RESTRICTIVA
Muchas personas comienzan el famoso lunes con la intención de ponernos a dieta, especialmente después de un fin de semana de excesos. Al pasar de los días se dan cuenta de que no es tan sencillo mantenerse firmes con los propósitos del lunes.
Las estadísticas son abrumadoras: 95% de la gente que inicia una dieta en la que restringe los alimentos, falla.
Peor aún, inicias una dieta, bajas de peso rápidamente, luego te estancas y cuando la sueltas, viene el famoso rebote y regresan los kilos.
Muchas veces ese rebote trae unos kilos adicionales, respecto al peso con el que iniciaste.
La mayoría de las dietas que la gente hace para perder peso son restrictivas y no consideran el disfrute. Y la comida es para eso también, no solo tiene el objetivo de nutrirnos, y si no aprendemos a disfrutar de lo saludable no hay alimentación que sea sostenible en el tiempo.
Debido al bombardeo con información muchas veces errónea, la mayoría de las personas que comienzan a restringir clasifican los alimentos como permitidos o prohibidos. Se prohíben todo aquello que les gusta: pizzas, postres, chocolate, embutidos, refrescos (gaseosas), galletitas… Etc.
La gran pregunta que se hacen es: ¿Por qué falló cuando hago dieta?
La respuesta no es sencilla, pero, básicamente esto sucede por tres cosas:
- Tu cuerpo se resiste a estar a dieta
- A tu mente no le gusta a estar dieta
- El ambiente está en tu contra
Tu cuerpo se resiste a estar a dieta
Millones de años de evolución están en contra de tu idea “El lunes me pongo a dieta y voy a comer pura ensalada”.
Te explico. Tu cuerpo es extremadamente eficiente y tiene un metabolismo que funciona perfectamente. Cuando tiene exceso de comida trabaja aceleradamente para quemar las calorías.
Cuando tiene escasez de alimento reduce su metabolismo y almacena la poca energía de los alimentos que le llegan, porque no sabe cuándo tendrá más comida.
Esta forma en la que tu cuerpo funciona, era muy útil hace millones de años. ¡Claro! Nuestros antepasados pasaban largos periodos de hambruna hasta que cazaban un nuevo animal.
Pero, esta forma en la que funciona tu cuerpo no es útil en tiempos modernos.
Imagina por un momento esto:
Estás aburrida, tirada en el sofá y sientes la sensación de querer comer algo. Abres el refrigerador y te das cuenta de que tienes un bote de helado. Lo llevas contigo al sofá y comienzas a comerlo hasta que te das cuenta de que puedes ver el fondo. Sin sentirlo, te lo has comido todo.
De repente, te acuerdas que el fin de semana próximo se casa la prima de una amiga y que el vestido que pensabas ponerte, la última vez que lo usaste, te quedaba “apretado”.
Te entra un sentimiento de culpa mezclado con preocupación y decides que los próximos 5 días te pondrás a dieta de “cero harinas y dulces”.
Tal vez intentes también hacer ejercicio como loca o hacer una serie de 500 abdominales diarias para que el vestido te entre y te veas espectacular.
Con mucho sacrificio mantienes la dieta llena de restricciones y el ejercicio extenuante.
Tu recompensa llega cuando te pruebas el vestido y te queda perfecto para lucirlo en la boda que es mañana.
En la boda hay cualquier tipo de comida deliciosa. Por supuesto, te atascas de comida y comes sin medida para compensar los 5 días anteriores. Después de todo “te lo mereces”.
Sin darte cuenta, entras en un círculo en el que cada vez que necesitas pesar menos te pones a dieta y cuando lo logras, te relajas y comes en exceso.
Con el tiempo te das cuenta de que no solo recuperas el peso inicial, sino que viene el famoso “rebote” cuando abandonas la dieta. Son los “amigos” de los kilos que vienen con cada vez que te pones a dieta.
No han nada malo en querer bajar de peso para verte bien. Lo que no estás considerando es la forma en la que funciona tu cuerpo.
Si restringes la comida de un día para otro y haces ejercicio en exceso, tu cuerpo va a meter el freno de mano. Va a impedir que logres bajar de peso porque no está diseñado fisiológicamente para hacerlo bruscamente.
En pocas palabras tu cuerpo guarda energía en forma de grasa en periodos donde hay restricción de comida.
Tu mente también se resiste a estar a dieta
Las dietas más desastrosas son aquellas en las que te niegas el disfrute. La razón es porque nadie puede estar mucho tiempo comiendo algo que no le gusta.
Además, a nadie le gusta que le prohíban algo. La prohibición genera más deseo.
Cuando la dieta termina, ya sea porque tuviste un éxito temporal o porque te frustraste, regresas a tus viejos hábitos alimenticios. Pero esta vez con un apetito más voraz, y con la sensación de fracaso.
Cuando comes pensando siempre en bajar de peso, le dejas todo el esfuerzo a tu “fuerza de voluntad”.
Esto es un error total, porque vas a fallar en tu intento de bajar de peso. No hay que fiarse de la fuerza de voluntad.
Con 200 decisiones que se toman diariamente acerca de la comida, no hay poder humano que pueda mantenerse firme con solo su fuerza de voluntad.
Además tienes el ambiente en contra
No es fácil estar a dieta cuando miras a tu alrededor y por todos lados hay tentaciones. Nunca ha sido más fácil encontrar comida chatarra como hoy.
Piensa en todas esas máquinas expendedoras de golosinas, en los puestos de la esquina, en la cantidad de olores deliciosos caminando por la calle, las propagandas, etc. Cuando estás a dieta te das cuenta de que la comida te persigue, está en todos lados…
Así es muy difícil mantenerte firme con tu intención de bajar de peso porque ya vimos que tu fuerza de voluntad no es suficiente.
Los genios del marketing de los alimentos hacen muy bien su trabajo para que bajar de peso no sea sencillo.
Nunca fue más fácil y más barato comer. Puedes ir a la comida rápida y por unos cuantos pesos o dólares obtienes una hamburguesa, papas y refresco extra grande para quedar más a reventar.
En las reuniones de amigos o familiares generalmente no encuentras comida saludable.
La mayoría de las personas no se reúnen para alimentarse bien, sino para divertirse, pasarla bien y comer cosas que les gustan.
Generalmente vas a tener acceso a papas, refrescos, cervezas, postres, pizzas y cualquier otra comida que sea sabrosa y que sea práctica.
Tip de acción: te invito a reflexionar en este error común. Piensa si has caído en él y si es así, considera dejar de hacer dietas restrictivas y busca ayuda.
Lo que necesitas es una mentalidad que te ayude a cambiar tus hábitos y paciencia para ver el resultado que quieres. Puede tomarte meses o años lograr tu meta, pero vale la pena el esfuerzo.
ERROR # 2: PENSAR QUE LA INFORMACIÓN ES LO QUE NECESITAS
Darren Hardy en su libro “The Compound Effect” menciona: “Si los resultados se lograran con información, cualquiera que tenga una conexión a internet podría ser absolutamente rico, viajar por el mundo y lucir un abdomen de lavadero”.
Sabemos que esto no es así. De hecho, tener mucha información respecto al tema de bajar de peso hace que caigamos en “parálisis por análisis”.
Cuando tienes mucha información acerca de algo que quieres lograr es más difícil dar los pasos para implementar esa decisión. Es posible que te sientas confundida o abrumada.
Vivimos en un mundo abierto al conocimiento y no por eso nuestros problemas se han solucionado.
Estamos viviendo una crisis de salud manifestada por las pandemias de enfermedades y condiciones como:
- Sobrepeso y obesidad.
- La primera causa de muerte hoy en día son las enfermedades cardio-vasculares.
- Los índices de cáncer, diabetes, artritis, demencia, Parkinson y Alzheimer son sumamente preocupantes.
La gente sabe que hay que comer más saludablemente, moverse más, además de manejar el estrés para estar saludable y vivir muchos años.
Eso lo sabe todo el mundo. Tienen la información. La gran pregunta es: ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué continúan teniendo un estilo de vida insano a pesar de sus dolencias y enfermedades?
La respuesta no es fácil, pero podría resumirse en pocas palabras: Somos creaturas de hábitos.
Repetimos una y otra vez los mismos comportamientos que nos destruyen. Estamos acostumbrados (habituados) a hacerlos.
Se sabe que 95% de nuestros comportamientos son automáticos y están guiados por nuestra mente subconsciente.
Entonces no sirve de nada tener un montón de información de salud y ver videos de cómo bajar de peso y recetas saludables si lo que nos hace falta es la IMPLEMENTACIÓN de esa información.
Cada vez hay más páginas de Facebook, Instagram y YouTube de empresas y personas públicas que comparten recetas de comida y rutinas de ejercicios.
Y a pesar de ello, no somos una sociedad más saludable y ni estamos en mejor forma física, al contrario. Estamos empeorando.
La clave está en cambiar los hábitos que te hacen actuar como robot.
Tip de acción: Cuestiona las decisiones que tomas todos los días. Los resultados que vas a obtener son la suma de las pequeñas decisiones que tomas cada día.
ERROR # 3: CONFIAR EN TUS INTENCIONES
Te voy a hablar de otro de los errores que la gente comete a menudo que le impiden bajar de peso y estar en forma. Se trata de confiar demasiado en tus intenciones.
Cada inicio de año millones de personas hacen sus propósitos de año nuevo. Ponerse a dieta para bajar de peso está en los primeros 5 lugares del ranking de resoluciones (propósitos) de año nuevo.
Los gimnasios se llenan de gente en el mes de enero y la venta de aparatos para hacer ejercicio en casa aumentan como en ningún otro mes.
Cuando comienza febrero la gente empieza a poner pretextos para abandonar sus propósitos.
Para el final de febrero ya sabes cuál es la gente que se quedará por el resto del año en el gimnasio. Desgraciadamente es muy poca.
Las estadísticas no mienten.
Se sabe que 88% de la gente que hace propósitos de año nuevo, falla.
Son muy pocos los que encuentran una forma efectiva para bajar de peso y lograr sus metas.
¡No puede ser! ¿Dónde quedó mi intención de “ahora sí voy a cambiar este año”?
Esa es la pregunta que todo el mundo se hace y sobre la cual no encuentra respuesta.
Y es que la respuesta está en que no basta en tener una buena intención para querer cambiar. Lo que necesitas es una metodología para cambiar tus hábitos.
¿Qué son los hábitos?
Son esas pequeñas cosas que haces todos los días que cuando se suman y se encadenan te dan un resultado.
Los hábitos pueden ser positivos o negativos dependiendo del resultado que te generen.
El problema de generar buenos hábitos es que requieren tiempo para que se formen.
La mayoría de la gente quiere resultados rápidos para bajar de peso. No está dispuesta a pagar el precio de tener una vida más saludable y mejor.
Somos esclavos de fórmulas milagrosas que hagan que la grasa del vientre se esfume para siempre en una semana.
No resulta atractivo o sexy decirte: “mantente haciendo ejercicio por 66 días y el hábito quedará instalado en ti y lo harás sin esfuerzo”.
Eso es lo que los estudios científicos dicen. La gente reacciona más si le dices: “tómate esta malteada y en 21 días tendrás un cuerpo escultural”. Eso sí me llama la atención y mucha gente lo hace para bajar de peso.
El problema con esas fórmulas milagrosas es que algunas pueden funcionar mientras las uses.
Pero, cuando las abandonas todo regresa a ser como antes o peor porque te quedas con un sentimiento de frustración pensando que no eres buena para:
- Ser constante
- Bajar de peso
- Mantenerte
- Que te falta fuerza de voluntad
- Etc, etc.
Todo eso es mentira. No te falta fuerza de voluntad y sí tienes buenas intenciones.
Lo que no has encontrado es esa metodología que te haga salir de la trampa de la dieta y el peso.
No hay gramo de grasa que se resista a una combinación de:
- Buena alimentación
- Ejercicio constante
- Manejo del estrés y relajación
Y todo eso se construye cambiando tus hábitos.
Reflexión final:
Como puedes darte cuenta la clave para bajar de peso y mantenerte es:
1. Cambiar tus hábitos diarios
2. Tener paciencia
Antes de despedirnos, cuéntame qué aprendiste en esta publicación.
¿Qué error es el que has estado cometiendo que te ha impedido adelgazar y mantenerte?
Comparte la publicación con alguien que le esté batallando con el peso.